miércoles, 7 de septiembre de 2016

Pornografía en la Adolescencia

Muy buenos días a tod@s, bienvenidos a esta nueva entrada en el blog de #Protégete, hoy dedicada a la Pornografía en la Adolescencia.



 La pornografía como definición es la exhibición de imágenes de tipo sexual y no se limita solo al acceso de vídeos, también pueden ser de imágenes o textos. Con la apertura que ha traído la globalización y el acceso a las nuevas tecnologías, el acceso a la pornografía se ha hecho mucho más sencillo de lo que se hacía antes, en donde se hacía por medio de las revistas de tipo sexual o se hacía por vídeos grabados en cassetes. Y de este tipo de demostraciones se desprenden modas, tendencias o comportamientos, como el sexting o el grooming.

Y llega a la mente de los padres y cuidadores de jóvenes una pregunta que es bastante sencilla: ¿Hasta qué punto el consumo de pornografía por los niños y los adolescentes pueden ocasionarles serios problemas sobre su salud emocional? ¿Es esto permitido o es dañino para los jóvenes?. En España según estadísticas, 50% de los jóvenes han consumido un tipo de pornografía, en especial revistas y vídeos. Y el 25% lo han hecho por dispositivos móviles. Y en esto han ayudado mucho las redes sociales, en donde las relaciones se han vuelto muy sexualizadas. La gran mayoría de adolescentes buscan desde el anonimato del internet y por curiosidad, saciar sus deseos pornográficos, pero hay que tener en cuenta que no todo lo que se encuentra es verdad.


Muchos adolescentes buscan pornografía por miedo y vergüenza de hablar de sexualidad, por eso no hay que asumir una postura férrea hacia ellos sino más bien de comprensión. En los últimos tiempos, la industria de la pornografía ha llegado a todos los mercados y a todo público, en especial a los menores de edad. Precisamente en la adolescencia es donde se forma el carácter de la persona, es en donde están más moldeables ya abiertos a recibir directamente este tipo de imágenes sin censura, y esto puede lograr influir en su personalidad futura y dejar grandes secuelas en su vida.

El consumo excesivo de pornografía puede llevar a que los jóvenes se vuelvan insensibles al pudor, no tienen repulsión, y pueden llevar a tener comportamientos antisociales. Los hombres se vuelven más agresivos hacia las mujeres y menos sensibles al dolor o a los sentimientos de la pareja. Al estar expuestos constantemente a la pornografía los hace más propensos a desarrollar conductas sexuales distorsionadas o trastornos sexuales. La pornografía en general no tiene mensajes preventivos, solo proporciona varias necesidades que los humanos tienen, la curiosidad por conocer. Y en este caso, sale por la relación con los demás seres humanos.


La pornografía no enseña a ser seres humanos más sexuales y más satisfechos, solo invita abiertamente a la práctica sexual sin tener pudor y a relaciones prácticamente imposibles, ya que deforman la verdadera esencia de los seres humanos en cuanto a la sexualidad, compartiendo parte de nosotros con otro ser apreciado con el propósito del disfrute y bienestar.

Médicamente, los jóvenes que consumen pornografía con regularidad desde la adolescencia tienden a padecer disfunción eréctil y pérdida del deseo cuando alcanzan los 25 años, y estos pueden terminar perjudicando su respuesta natural de su cerebro a la estimulación sexual. Por esos motivos, en un mediano y largo plazo, la pornografía puede disminuir la felicidad sexual, mostrándo así una menor satisfacción con la apariencia física, el afecto, la curiosidad y desempeño de su pareja, como también a darle más importancia al sexo, sin un compromiso emocional.


Los padres debemos estar pendientes de cómo los adolescentes usan los recursos para comunicarse con el mundo y acceder a este tipo de contenidos. Por eso debemos adoptar medidas. Algunas pueden ser:

  • Supervisar la comunicación de los jóvenes y ver con quién se comunica. 
  • Es importante que los padres tengamos balanza frente a la cantidad de información sexual que los jóvenes reciben de los medios de comunicación.
  • No tener miedo a la hora de hablar de sexualidad. Permitir que los jóvenes se expresen y den sus opiniones así no sean compartidas, hay que respetarlas. Sí se corta la libertad de expresión, le estarán enviando un mensaje negativo, de que no puede hablar con sus padres y se rompe la comunicación entre padres e hijos. 
Si bien no se puede impedir o evitar la pornografía en la sociedad, como padres, entes públicos y parte de esta sociedad, si se puede prestar mayor atención y preocupación por lo que los jóvenes y adolescentes consumen desde su entorno social, manteniendo una buena comunicación y escuchando quejas y solicitudes que estos tengan. 


No olviden que en nosotros pueden encontrar una ayuda para que tanto padres de familia como los jóvenes no se sientan solos y no tengan dudas sobre sus vidas y momentos íntimos para lograr una mejor comunicación y convivencia. Nos pueden encontrar en Twitter en https://www.twitter.com/protegeteAPP, en Facebook http://www.facebook.com/protegeteAPP y además en nuestra aplicación móvil para los dispositivos Android con unas funcionalidades básicas. https://play.google.com/store/apps/details?id=com.protegete.app.protegeteapp Igualmente, nos pueden encontrar en nuestro canal de podcast dedicado a la sexualidad. http://www.spreaker.com/user/protegeteapp

Y recuerda, Tu vales mucho, no puedes dejar que nadie te maltrate, #Protégete. 

Muchas Gracias. 

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