Muy buenos días a tod@s, bienvenidos a esta nueva entrada en el blog de #Protégete, hoy dedicada a la rebeldía en la adolescencia.
Los problemas de conducta y de personalidad en los adolescentes hacen referencia a comportamientos que no son bien vistos por la sociedad. Al igual que a los niños más pequeños, son conductas que son observables, medibles y modificables. Estos problemas de conductas pueden complicarse porque aparecen en una etapa de la vida que es turbulenta y surgen conflictos y tensiones con mucha facilidad. Pero un adolescente no tiene por qué ser sinónimo de conflictividad o rebeldía.
Aunque muchos de los problemas de los adolescentes no tienen causa aparente ni tienen que ser graves o duraderos, hay muchos padres que se quejan de tener en su casa adolescentes que son antisociales, que tienen rebeldía, que consumen alcohol o alguna otra droga, que sean impulsivos o que no tienen alguna tolerancia a la frustración.
Y los padres tienen que seguir dando soporte y protegiendo a sus hijos. En muchas situaciones, a ellos les resulta muy complicado y necesitan un soporte para seguir adelante y evitar así caer en un error que puede ser costoso desde el plano afectivo, como también el evitar caer demasiado en centrarse en la conducta del joven.
Los padres y cuidadores de los adolescentes, debemos evitar que las relaciones entre padres e hijos se deterioren, por eso cuando los padres no saben cómo abordar comportamientos de tipo problemático, que sepan que los psicólogos y los pedagogos son personas aptas para aconsejar en caso de problemas de conducta. No hay que acusar ni señalar, se trata de problemas que surgen por la interacción de los factores, como los estilos educativos de los padres y el temperamento de los jóvenes. Cuando un padre o la madre se educa pensando que tiene en casa un adolescente conflictivo, es difícil que pueda confiar en él. Los padres necesitan un apoyo y directrices para no sentirse agobiados por los problemas y darles respuesta a cada solución.
En la medida que un joven en estado de rebeldía esté generalizando comportamientos dudosos, la relación familiar puede complicarse, y el adolescente en problemas es más reacio al cambio. Se necesita que los jóvenes sigan confiando en sus padres y que estos sean un modelo a seguir. Cuando los problemas se compliquen, y los padres no puedan controlarlos, en un afán entendido de proteger a sus hijos, dejan de ser un modelo para ponerse a la altura del adolescente rebelde. A veces, también ocurre que intentando ignorar conductas negativas de los hijos, y pueden convertirse en hábitos, y al convertirse en estos hábitos, sería muy complicado controlarlos.
La experiencia dicta que los padres y los adolescentes pueden convivir sin problemas sin llegar a distorsionar su vida, y de cómo tantos unos como otros pueden ser capaces de cambiar lo necesario para conseguir una estabilidad. No es un trabajo sencillo, pero si es posible con la ayuda necesaria. Cuando los padres se sienten respaldados por los psicólogos o por una terapia y pierden el miedo y la inseguridad a la hora de actuar. Y los adolescentes se sienten mucho más arropados y comprendidos por alguien extremo a su contexto familiar. Los adolescentes que reciben ayuda, son aquellos que se muestran muy activos en recibirla y en mostrar un respaldo por sus padres.
Por tal motivo, hay varios consejos adicionales que los padres deben seguir para corregir a sus hijos.
- Evitar compararlo con los demás: El adolescente tiene que recorrer su propio camino, libre de complejos y de dudas, por aquel camino que le permita desenvolverse como persona y como individuo influyente de la sociedad. Compararlos puede generar en ellos una carga y una duda sobre su propio autoconocimiento y su propia existencia.
- Cuidado con el: "ojalá logre lo que yo no hice": Muchas veces los padres cometemos el error de poner en nuestros hijos lo que nosotros no logramos. Así que nosotros tenemos la labor de no encomendarle a nuestros hijos aquello que nosotros no logramos, que ellos mismos sean quienes definan su camino.
- El autoaprendizaje: Cada quien aprende de sus propios errores. Enseñarles la responsabilidad y la tolerancia, asumir el costo de sus actos y las consecuencias de sus errores.
- El Manejo de las emociones: Debe ser fundamental en nuestra reflexión sobre las actitudes y medidas que toman los padres. Ellos deben intentar ver un poco más allá y poder identificar las emociones y los sentimientos de los adolescentes. De este modo, será mucho más fácil la reflexión a realizar.
- El Entendimiento: Mostrar el entendimiento y mostrar una actitud reflexiva, ayuda a que los adolescentes tengan confianza. Evitar un escenario de presión ayudará a que los adolescentes se liberen de una carga y que sientan que no los van a juzgar, eso va a ser benéfico para todos.
No olviden que en nosotros pueden encontrar una ayuda para que tanto padres de familia como los jóvenes no se sientan solos, y no tengan dudas sobre sus vidas y los momentos íntimos para lograr así una mejor comunicación y convivencia. Nos pueden encontrar en twitter, en http:/www.twitter.com/protegeteAPP, en facebook en http://www.facebook.com/protegeteAPP, y además en nuestra aplicación móvil para dispositivos Android, con algunas funcionalidades básicas. https://play.google.com/store/apps/details?id=com.protegete.app.protegeteapp Igualmente nos pueden encontrar en nuestro canal de podcast dedicado a la sexualidad. http://www.spreaker.com/user/protegeteAPP.
Y recuerda: Tu eres muy valios@ para nuestra sociedad, Protégete
Muchas Gracias.